Pese al descenso de la criminalidad, las familias de Castellón se ‘blindan’ e instalan al año 1.375 nuevos dispositivos de seguridad
En las próximas 24 horas ocho viviendas serán asaltadas en Castellón. Y el verano es temporada alta para los cacos. A principios de semana, la Guardia Civil detenía a una pareja acusada de robar en una casa de Almassora. En Alcossebre se arrestaba a un joven como presunto autor del asalto en 12 viviendas, mientras que en Onda acaban de pillar al ladrón de otras 18. Son solo algunos de los ejemplos más recientes de un fenómeno, el de los robos con fuerza en domicilios, que sigue levantando un gran alarma social. Y eso que las cifras en la provincia van a la baja.
La estadística del Ministerio del Interior revela que en el 2015 se produjeron en Castellón 2.933 robos con fuerza en domicilios. O lo que es lo mismo, una media de 8 ocho cada día. Los datos, pese a que son altos, suponen un 6,7% menos que durante el 2014, cuando se tuvo constancia de 3.144 robos. Y la tendencia este año es exaxtamente la misma: 711 durante los tres primeros mess, un 4,6% menos.
Los allanamientos de morada se mantienen a raya, pero las familias tienen miedo y optan por instalar seguridad extra en sus viviendas o en sus comercios. 2015 terminó en Castellón con 21.814 alarmas instaladas, según fuentes del Ministerio de Interior. ¿Son muchas? Quizás la cifra dice poco, pero sí cobra relevancia si se tiene en cuenta que un año antes eran algo menos, 20.439. Dicho de otra manera, en un año se han instalado en la provincia 1.375 nuevas alarmas.
Los casi 22.000 sistemas de protección con los que cuenta Castellón han saltado una media 2.245 veces al día. Cada vez que un sistema salta tras detectar algún movimiento extraño en el perímetro que protege, se avisa a la central de la empresa y esta, si lo estima conveniente, lo traslada a la Policía o a la Guardia Civil. El año pasado los saltos de alarma comunicados en Castellón superaron la barrera de los 800.000.
Pese a su popularidad, instalar este tipo de dispositivos no es barato, aunque depende de muchos factores. No obstante, y según todas las fuentes consultadas el coste medio oscila entre los 900 y los 1.300 euros.
UN SECTOR EN AUGE // El crecimiento de estas instalaciones de protección se traduce en ganancias para un sector, el de la seguridad privada, que en España movió el año pasado casi 3.500 millones de euros, un 2,87% más que en el 2014. Y en la Comunitat Valenciana los datos también van al alza. Con 149 empresas, el sector facturó 273 millones, según datos de Aproser, la asociación profesional de compañías privadas de servicios de seguridad.
La seguridad privada se apoya en tres grandes segmentos: la vigilancia, el transporte de fondos y las alarmas. El primero de ellos es el líder del negocio, ya que representa el 62% de la cuota total. Unos 78.200 vigilantes se encargan de velar por negocios y viviendas en España, de los que unos 600 están en Castellón.