Dos paños de azulejos del siglo XVIde Niculoso Pisano fueron robados del conjunto, que sólo tiene un vigilante; La investigación, declarada secreta
El Monasterio de San Isidoro del Campo en Santiponce fue atracado la madrugada del pasado miércoles. El ladrón o ladrones entraron en el importante conjunto histórico y se llevaron dos paños de azulejos de un metro cuadrado cada uno. Se trata de dos valiosas piezas de Niculoso Pisano que datan del siglo XVI, de un importante valor artístico, que estaban ubicadas en el Claustro de los Muertos. Según los expertos, las piezas sustraídas serían azulejos con motivos de aristas y ochavados, de incalculable valor.
Fuentes de la Consejería de Cultura, que gestiona el conjunto histórico, confirmaron ayer que el robo se produjo en las dependencias de este monumento durante la madrugada del pasado miércoles. Fue el único guardia de seguridad que hay quien se percató de la sustracción cuando hacía la habitual ronda de vigilancia. Por ello el robo fue denunciado ante la Guardia Civil y está siendo investigado de forma conjunta por agentes de este cuerpo en colaboración con miembros de la Policía Autonómica. La Junta de Andalucía se vio obligada a cerrar el monumento, que normalmente está abierto al público para visitas turísticas, el pasado miércoles.
Tanto la Consejería de Cultura como la Guardia Civil no han querido facilitar más datos acerca de la investigación que han declarado secreta. En cualquier caso, ayer se produjeron inspecciones oculares en el monumento mientras que un historiador está elaborando un informe sobre el material robado.
El Monasterio de San Isidoro del Campo es un valioso monumento, declarado Bien de Interés Cultural. Fue fundado en 1301 por Guzmán el Bueno y es propiedad de la Fundación Casa Álvarez de Toledo y Mencos. Sin embargo ésta última tiene suscrito un Convenio de colaboración y cesión temporal de uso compartido con la Junta de Andalucía. El monumento alberga en su interior dos naves góticas y un valioso retablo de Martínez Montañés, así como importantes frescos datados en el siglo XV atribuidos a pintores de la escuela sevillana además de los azulejos de Niculoso Pisano. Pese a la valía de las piezas que guarda, sólo un vigilante de seguridad se encargaba de la custodia de todo el edificio, algo que ha sido denunciado tanto por el exalcalde de Santiponce como por la Asociación de Amigos del Monasterio.
Ayer el exalcalde de Santiponce y concejal de IU, José López, denunció el hecho de que desde finales del pasado año sólo hubiera un guardia de seguridad en el conjunto arquitectónico. En este sentido, López explicó que hasta hace unos meses había más personal en el monasterio, cuyo coste era sufragado por el Ayuntamiento. Sin embargo, dada la situación financiera del Consistorio hace unos meses tuvieron que dejar de pagarlo y pidieron a la Junta de Andalucía que se hiciera cargo del personal. «Nos dijeron que mandarían a alguien de la Junta de Andalucía, pero lo cierto es que sólo mandaron a una persona», denunció López. Además, según el concejal, se da la circunstancia de que ese único vigilante se encarga también de guiar a las visitas que entran cada día, con lo cual mientras se ocupa de esa tarea debe cerrar la puerta.Por ello, el monasterio permanece mucho tiempo cerrado mientras ese único vigilante guía a las visitas y no vuelve a abrir hasta que termina cada recorrido.
Por su parte Rafael de la Torre, vocal de la Asociación de Amigos del Monasterio de San Isidoro del Campo, aseguró que llevan meses denunciando la escasez de vigilancia en el citado monumento. «Es una situación que se veía venir por el estado de indefensión en el que está el Monasterio desde hace tiempo», dijo. En este sentido, la Asociación asegura que ha denunciado la situación en numerosas ocasiones y que incluso hace varios meses presentaron 1.300 firmas para incrementar la seguridad y solicitando que se ampliara el horario de visitas y que se abriera también los domingos. Siempre han recibido la misma respuesta:por cuestiones técnicas y estructurales no se puede hacer otra cosa. Incluso, según Rafael de la Torre, les han propuesto a la Junta que sean voluntarios los encargados de custodiar un conjunto que alberga obras tan valiosas. De la Torre destacó el valor de las piezas robadas ya que el autor de los azulejos fue «un revolucionario de la cerámica» al ser el primero que los pintó como si fueran cuadros.
Una historia que vuelve a repetirse
El robo del Monasterio de San Isidoro del Campo, auspiciado por la falta de seguridad, no es el único que ha sufrido un Bien de Interés Cultural en Sevilla.
Hace unos meses ABC sacó a la luz cómo la Guardia Civil investigaba ka desaparición de un paño de yesería mudéjar de gran valor en el mercado negro del arte, la pieza estaba ubicado en las estancias destinadas a la Familia Real.
Otro edificio singular de la capital hispalense, el Museo de Bellas Artes, también fue objeto de un robo en febrero de 2009. En aquella ocasión los responsables de la segunda pinacoteca de España denunciaron a la Policía la desaparición de la cruz de madera que portaba la escultura de Santo Domingo Penitente obra de Martínez Montañés; tras aquel suceso hubo cambios en la empresa responsable de la seguridad del museo al que ya no se puede acceder con mochilas ni bolsos.
Hace tan sólo un año los destrozos ocasionados en el yacimiento arqueológico de la Plaza de Armas de Écija acabaron con tres personas detenidas, mientras que se desconoce si se ha encontrado culpable a los destrozos sufridos, según denunciaron en su día asociaciones ecologistas y culturales, en un enterramiento calcolítico cercano al dolmen de Montelirio o en los dólmenes de El Gandul, en Alcalá de Guadaíra. Ni siquiera el conjunto arqueológico de Itálica se ha librado de esos robos, en 1983 sellevaron la parte central del mosaico de la Casa de los Pájaros, y en el Carambolo se recurrió a cubrir los vestigios que allí hubiera con una capa de hormigón para evitar más destrozos.