La clave para tener nuestra casa protegida, es asegurarnos que las diferentes capas de seguridad están protegidas. Básicamente estas capas hacen referencia a la puerta de acceso a la comunidad, el código del ascensor, la puerta de acceso a tu hogar, las ventanas, tu sistema de alarma… Estas son las diferentes capas que el intruso tendrá que atravesar hasta lograr acceder a tu hogar. Por ello es muy importante que todas ellas estén aseguradas, de esta manera le ponemos más barreras en su camino que además tienen un poder disuasorio muy importante.
¿Por qué hay que cambiar la cerradura?
La cerradura de la puerta de nuestra casa es una de las principales capas de seguridad. Por ello, te hemos recomendado más de una vez lo importante que es no dejar la puerta entornada, sino cerrar con llave siempre.
Pero a veces eso no es suficiente. Existe aún un porcentaje importante de asaltos a domicilios con el uso de llaves. Eso indica la importancia de cambiar la cerradura. Y aunque todos somos conscientes de que deberíamos hacerlo en algún momento, rara vez nos decidimos a hacerlo aún siendo una de las medidas de seguridad más importantes de nuestro hogar, ya que nos facilita la seguridad de saber quién tiene acceso libre a ella. Por ello te recomendamos pases a la acción y llames a un cerrajero en estas tres situaciones de riesgo potencial.
Mudanza o cambio de domicilio.
Cuando nos cambiamos de casa, ya sea de compra o alquiler, es un buen momento para realizar un cambio de cerraduras. No sabemos quién ha podido vivir antes en ese domicilio, ni qué uso hizo de las llaves, si fue muy despreocupado y propagó copias de las llaves a amigos y familiares, o no. Así que nos exponemos a que múltiples desconocidos tengan acceso libre y fácil a nuestro hogar, un riesgo que no es necesario asumir. Tras la mudanza, realiza el cambio de llaves para evitar que los antiguos inquilinos puedan acceder y asegúrate que solo el propietario y tú tenéis copias de las nuevas llaves.
Ruptura de una relación.
Las rupturas son siempre difíciles, pero a veces pueden ser más que difíciles y cuando eso ocurre, toda precaución es poca. Por si acaso, asegúrate de cambiar las cerraduras, así tu familia y tus objetos de valor estarán a salvo y no recibirás visitas sorpresa. Aplica este consejo no solo con las parejas, sino a cualquier relación con una persona que tuviera acceso a tu hogar y con la que hayas llegado a un punto incómodo o a un desacuerdo.
Pérdida de llaves.
Un básico. Todos hemos perdido las llaves alguna vez, por supuesto, pero solo hemos cambiado la cerradura si era imposible acceder al piso de nuevo. No hemos tenido en cuenta que esas llaves perdidas pueden estar en manos de alguien que aprovechará la facilidad para acceder a tu casa y hacerse con tus objetos de valor.
Cuando perdemos las llaves, lo primero que tenemos que hacer, sin dudarlo ni un momento, es cambiar la cerradura. No pienses en recuperarlas, si no aparecen al momento, es muy probable que ya no vuelvas a verlas. Lo mejor es estrenar llaves y ¡dormir tranquilo!