15 de octubre de 2016

El robo con violencia aumentó un 15,4% en 2015 en las oficinas de farmacia españolas

En contra de la tendencia marcada por el Ministerio del Interior sobre la delincuencia en España, que refleja una reducción del 5,4 por ciento en el último ejercicio, las oficinas de farmacia se han convertido en uno de los objetivos frecuentes donde se acometen todo tipo de actos delictivos al haber aumentado un 15,4 por ciento el número de robos con violencia, según los datos ministeriales. Esta es la constatación de que la delincuencia no se limita a la sustracción de mercancía sino que, cada vez más a menudo, entrañan casos que incluyen la violencia física.
En este sentido el hurto ocupa el tercer lugar en el ranking en que se enmarcan los diferentes tipos de actos delictivos en España, donde se calcula que cada 36 minutos y 3 segundos se produce un robo en una botica en España. De hecho, según la memoria anual editada por Unión Española de Entidades Aseguradoras y Reaseguradoras (Unespa) y recopilada por la compañía de seguridad Prosegur, en 2015 se contabilizaron un total de 14.583 robos cometidos en farmacias.
Causas
Existe una multicausalidad a la hora de buscar el origen de estos delitos. “El análisis de las estadísticas aportadas por las autoridades competentes integradas en las distintas fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, dependientes tanto del Gobierno central como de las diferentes administraciones autonómicas y corporaciones locales, indica que este tipo de delincuencia contra las farmacias responde a un patrón delictivo: las actuaciones se reiteran en el tiempo, con una cadencia constante, unido a un cierto grado de especialización, ya que se repiten los episodios delictivos en diferentes farmacias cometidos por los mismos individuos”, señala Prosegur en un comunicado.
Una de las razones que señala la empresa de seguridad del aumento de los robos con violencia reside en “la laxitud del sistema penal en nuestro país, con penas que como máximo pueden suponer menos de seis años de prisión, alimenta el alto grado de reincidencia con que cuenta este tipo de delincuencia en España. Asimismo, la facilidad de acceso a los locales en que se ubican las oficinas de farmacia, a pie de calle en la mayoría de casos, su amplitud de horario, lo que en ocasiones supone su apertura las 24 horas y los 365 días al año, y el alto valor y la fuerte demanda de los medicamentos suponen una serie de ingredientes clave que auguran, sin duda, un crecimiento exponencial de la inseguridad del sector”, indican.
Tradicionalmente la oficina de farmacia es un objetivo relativamente sencillo bajo el prisma de un delincuente dada su evidente vulnerabilidad y su alta exposición. Otro de los factores que esgrime Prosegur para explicar el incremento de los asaltos a las boticas está en “la escasa prevención y concienciación de los farmacéuticos en materia de seguridad, que dificulta la generalización de la adopción de medidas de seguridad en las farmacias, en contra de lo que se observa en la mayoría de los países de nuestro entorno”.
La seguridad debe considerarse un factor más a tener en cuenta en el desarrollo de un plan de negocio de cualquier farmacia. Además Prosegur, recomienda “el uso de medidas específicas, como cámaras de videovigilancia, alarmas, control de accesos o sistemas de protección antirrobo”. Lo que a todas luces queda reflejado en este informe es que resulta necesario que los profesionales farmacéuticos adopten medidas de seguridad para proteger sus negocios.