24 de marzo de 2017

LA DIFÍCIL TAREA DE LOS VIGILANTES EN EL HOSPITAL

Estos días en los que, por desgracia, ha habido personas agredidas en el Hospital San Pedro, los vigilantes de seguridad, además de desearles una pronta recuperación, queremos dirigirnos a quienes ningunean nuestro trabajo. Nosotros, realizando nuestras funciones, hemos sido objeto de numerosas agresiones que en no pocas ocasiones han terminado en lesiones. En lo que llevamos de año ya hemos tenido varias con el resultado de un labio partido, una fisura de costilla, la contusión en mandíbula... También hemos tenido que pasar horas de incertidumbre mientras llegan los resultados de las analíticas y dan negativo a una enfermedad contagiosa, todo por estar protegiendo al personal y usuarios del hospital, cosa que hacemos con orgullo ya que es nuestro cometido.
No nos quejamos por ello, pero sí por los que quieren menospreciar nuestro trabajo. En la agresión sufrida por la compañera y por el acompañante, la vigilante de seguridad intervino en cuanto se enteró. ¿Cuantas veces se llamó a seguridad porque este paciente estuviera agresivo? Cero veces ¿Cuánto tardó en aparecer en la incidencia?: ocho segundos, y no porque la llamasen, fue porque estaba dando vueltas por la zona en prevención de que pasara algo. Nadie le dijo que lo hiciera pero hubo un cúmulo de circunstancias que no la dejaron tranquila. Desde que apareció la vigilante hasta que el paciente fue de nuevo llevado a Urgencias para ser tratado, ¿saben cuánta gente más fue agredida? Nadie más gracias a su pronta intervención junto a la de sus compañeros y de un compañero celador que tuvo la valentía de acompañarnos y apoyarnos en todo momento. Por desgracia no se pudo evitar lo anterior por nuestra parte ya que fue muy repentino.
Si en el hospital no ocurren más desgracias como éstas, en parte es gracias a que los vigilantes de seguridad estamos ahí haciendo nuestro trabajo.