23 de julio de 2016

La empresas españolas ‘pasan’ del yihadismo: centran su inversión en seguridad en evitar robos

El aumento de los atentados de corte yihadista en numerosos países en algo que no preocupa a las grandes compañías españolas. Mientras que las empresas de países como Estados Unidos, Francia o Rusia incrementan su gasto en seguridad privada para evitar acciones terroristas contra sus instalaciones, las españolas no siguen esta tendencia. Su máxima preocupación sigue siendo evitar robos.
Expertos en seguridad privada han dicho a OKDIAIRIO: “En España no existe una filosofía de la seguridad, lo único que preocupa a las empresas es que no les roben”. Las fuentes del sector han explicado que las compañías de nuestro país no perciben que el yihadismo sea una amenaza para ellas, tanto dentro del país como en sus negocios en el extranjero.
“En España no existe una filosofía de la seguridad, lo único que 
preocupa a las empresas es que no les roben”
El primer país cuyas empresas comenzaron a invertir de forma significativa en seguridad privada para evitar atentados terroristas fue Estados Unidos. Lo hicieron, explican las fuentes, dentro del territorio de su país como en el extranjero. Las francesas han tomado el mismo camino sobre todo a partir de los atentados de París en noviembre del año pasado. Su línea de actuación fue, sin embargo, diferente a las norteamericanas y optaron por fortalecer la relación con el Ministerio del Interior galo.
En el caso de Rusia, donde más ha notado el incremento de la inversión en seguridad ha sido en el sector hotelero. Numerosos hoteles de Moscú han instalado en el acceso a sus instalaciones arcos de seguridad y detectores de explosivos. En España, sin embargo no está ocurriendo lo mismo.
Las fuentes han destacado que en los hoteles, como en otros sectores, la preocupación de seguridad se centra casi exclusivamente en impedir robos dentro de sus instalaciones. Este comportamiento no se limita tan sólo al territorio nacional. Las compañías españolas con establecimientos en el extranjero mantienen los mismos estándares en la mayor parte de los países donde están presentes.
Existen algunas excepciones a esta tónica general. El gasto en seguridad privada para evitar posibles atentados sí se ha incrementado en los últimos años en “instalaciones sensibles”, entre las que se incluyen las centrales nucleares y las refinerías. Otras industrias que también pueden ser objetivos terroristas por el efecto multiplicador de una acción contra ellas, como las químicas, no han tomado medidas similares frente a la amenaza del yihadismo.

Sustancias no controladas
Desde el sector privado han informado a este periódico que el Ministerio del Interior les ha trasladado su preocupación por el fácil acceso en el mercado español a determinadas sustancias de uso común que pueden ser utilizadas con fines terroristas. Han puesto como ejemplo el caso del cloro, accesible en numerosos comercios para depurar el agua de piscinas. Han explicado que un pastilla de este producto metida en un cubo de agua puede generar grandes cantidades de gas que pueden quemar los pulmones de todos los viajeros de un vagón de Metro.
Las fuentes han explicado que en Estados Unidos la venta de cloro y otros productos susceptibles de ser utilizados para atentados terroristas está mucho más controlado que en España. Para adquirirlos se exige al comprador su identificación, que queda registrada. Otras sustancias sometidas a los mismos controles son la lejía o los fertilizantes agrícolas, que pueden ser usados para la elaboración de explosivos.