Agentes de la Policía Nacional detuvieron a un hombre que agredió a dos vigilantes de seguridad en un centro comercial de la ciudad. Los vigilantes habían observado, mediante el sistema de vídeo vigilancia, cómo el detenido sustraía un teléfono móvil. Al ser interceptado, este respondió de forma violenta lanzando puñetazos y patadas antes de ser reducido por una patrulla policial.
Los hechos ocurrieron sobre las 17:30 del día de ayer en unos grandes almacenes donde los vigilantes de seguridad prestan su servicio, cuando observaron a través del sistema de vídeo vigilancia que una persona se apoderaba de un teléfono móvil valorado en más de 800 euros, lo extraía de su caja y lo introducía entre sus pertenencias. Posteriormente, realizó una compra de una funda de telefonía móvil, utilizando la bolsa oficial del establecimiento, con el fin de poder sacar lo sustraído sin levantar sospechas. Los vigilantes procedieron a la interceptación del presunto autor, le solicitaron que les acompañara hasta un lugar habilitado al efecto con el fin de proceder a su identificación y cacheo a la espera de la presencia policial. Durante el traslado, el arrestado arremetió contra los vigilantes de forma súbita y muy violenta, propinando diversas patadas, empujones y puñetazos con el fin de darse a la fuga, dañando e inutilizando la uniformidad de los vigilantes.
Al ser asistido en un centro sanitario fingió mareos
Personada una patrulla policial, procedieron a la reducción y cacheo del presunto autor, encontrando entre sus pertenencias el teléfono móvil sustraído que quedó inutilizado, siendo detenido y trasladado a dependencias policiales. Una vez en ellas, el arrestado solicitó a los funcionarios policiales recibir asistencia médica, siendo trasladado hasta un centro sanitario, donde, según manifestaciones del médico de urgencias, había fingido un mareo, comportándose de manera violenta y chulesca con el personal facultativo que lo atendía.