El empresario Miguel Ángel Ramírez aclaró este martes a la juez que investiga el albagate, Margarita Varona, que la grabación de la conversación que supuestamente mantuvo con el magistrado Salvador Alba el pasado 16 de marzo sólo está en un pen drive y no en la grabadora donde se registró.
El propietario de Seguridad Integral Canaria aclaró este martes a la juez que investiga la conversación extraoficial en la que supuestamente Alba conspira contra Victoria Rosell que después de pasar la conversación del dispositivo en la que fue registrada a un pen drive "se borró de la grabadora, porque ese dispositivo se utiliza en otras operaciones".
Ramírez compareció este martes ante la magistrada del Tribunal Superior de Justicia Margarita Varona en calidad de testigo y a petición de ésta, con el fin de aportar datos complementarios solicitados por los peritos a los que se ha encomendado el peritaje de la grabación, el Departamento de Ingeniería del Servicio de Criminalística de la Policía Judicial de la Dirección General de la Guardia Civil.
Así, la juez preguntó a Ramírez por la fecha en la que realizó la grabación —no la recordó, aunque se remitió a las actuaciones en las que consta que fue el 16 de marzo– y por la situación espacial del dispositivo en el momento de realizarla.
El empresario recordó que tenía la grabadora en el bolsillo izquierdo de su chaqueta y que Alba estaba sentado frente a él en diagonal, "a una distancia que no superaría el metro".
Detalló que tras aquel día llegó a su empresa sobre las dos de la tarde y sobre las cuatro y media encargó al jefe del departamento de sistemas que "pasara al pen drive la grabación". Detalló que en el momento del volcado él no estaba presente y añadió que la grabadora "no tiene grabación, es decir, que después de pasarse su contenido al pen drive se borró el de la grabadora porque ese dispositivo se utiliza en otras operaciones".