Los propios empleados son responsables del 18% de los robos, fenómeno agravado por la contratación temporal
El verano es la segunda época del año durante la que se producen más hurtos en comercios españoles, después de Navidades. El alboroto causado por la campaña de rebajas, el aumento de turistas y la presencia de empleados temporales en las plantillas de las tiendas crean una situación de confusión que algunos aprovechan para llevarse productos sin pagarlos.
Artículos pequeños y fáciles de esconder: crema solar, perfumes, gafas de sol… Son los más populares entre los hurtadores profesionales, los que pretenden después revenderlos para obtener un beneficio económico. Las prendas de ropa y las joyas son las piezas preferidas por los sustractores ocasionales, los que buscan disfrutar ellos mismos de la mercancía.
Medidas de seguridad
Y ante el aumento del riesgo, los comerciantes se protegen. Los Mossos d'Esquadra aconsejan el incremento de las medidas de seguridad, como las alarmas, las cámaras de vigilancia y el personal de empresas de seguridad privada. “Los agentes solo podemos actuar una vez se ha producido el hurto y se ha podido retener al autor”, aseguran.
Una alarma antihurto incorporada a una prenda de ropa en una tienda. Emiliano Maroto, secretario general de la Agrupación de Tenderos y Comerciantes de Cataluña (ABC por sus siglas en catalán), afirma que el “comercio se espabila” en este sentido. Los sistemas de seguridad tradicionales se han sofisticado. Algunas tiendas contratan más personal de seguridad para evitar las situaciones de despiste, asegura Emanuele Soncin, director comercial de Checkpoint Systems España, empresa dedicada a soluciones para el control de la mercancía.
Contratos temporales
El inicio del verano suele conllevar la contratación de personal para reforzar la plantilla ante el aumento de clientes. “El problema es que la mayoría de estas incorporaciones son temporales y no conocen los procedimientos tan bien como los profesionales”, apunta Maroto. Además, la breve presencia de los trabajadores en la empresa hace que “no se identifiquen con ella y, a veces, no tengan la formación adecuada”, tal como afirma Soncin.
Checkpoint Systems calcula que el 18% de los hurtos los cometen los mismos empleados. En este sentido, Maroto explica que las medidas de seguridad van más allá y también se tienen en cuenta a la hora de instalar nuevas cajas registradoras. “Muchos optan por las inteligentes: así, el dependiente no tiene que manipular directamente el dinero”, dice.
Grandes superficies en la costa
No todos los comercios están igual de expuestos a los hurtos de verano. Los ubicados en localidades de la costa, donde la afluencia de turistas es mayor, presentan más riesgo. También las medianas y grandes superficies donde, pese a instalar más medidas, la vigilancia es más complicada.
Barcelona es un caso especial. Allí, según el secretario general de la ACB, el nivel de hurtos se mantiene estable durante todo el año, aunque en verano sí experimenta un ligero repunte. Los turistas no entienden de temporadas para acudir a la capital catalana.